Cuando se estén cumpliendo los siete años y medio de que el ex fiscal Alberto Nisman fue hallado muerto en su departamento de Puerto Madero, un entonces hombre clave de la inteligencia del país comparecerá ante la Justicia, en calidad de testigo.
El fiscal federal Eduardo Taiano citó para una fecha a determinar de junio a Fernando Pocino, ex director de Reunión Interior de la ex Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) y la ex Agencia Federal de Inteligencia (AFI), para que declare en la causa judicial que investiga la muerte del fiscal que estaba a cargo de la investigación del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que había sido hallado con un tiro en la cabeza el 18 de enero de 2015 en el baño del departamento donde vivía.
En el marco de ese proceso ya terminaron de declarar todos los agentes que dependían del área de Pocino, y cuyos celulares mostraron actividad por la zona de Puerto Madero la noche de la muerte de Nisman.
Taiano notificó de la citación a la AFI, hoy a cargo de Cristina Caamaño, quien debe cursar la convocatoria a Pocino, tras tratarse de un ex agente de inteligencia y por regirse por una ley especial.
Según recuerda una nota de Infobae, Nisman había denunciado a la entonces presidenta Cristina Fernández y a funcionarios de su Gobierno, por traición a la patria, debido a la firma del memorándum de entendimiento con Irán. Para ello, Nisman se había basado en una serie de escuchas telefónicas. Cuatro días después de su denuncia fue encontrado muerto en con un disparo en la cabeza, que había provenido de un arma que horas antes le había llevado Diego Lagomarsino, el perito informático que trabajaba para el fiscal. La muerte de Nisman había ocurrido un sábado, y el lunes siguiente estaba citado al Congreso para que declare y dé detalles de su denuncia.
Pocino se desempeñaba en ese momento como director de Reunión Interior de la SIDE. Según una nota de Clarín, era el espía de carrera de mayor confianza de la actual vicepresidenta; pasaba toda la información de aquel día a Juan Martín Mena -segundo jefe de la SIDE y actual viceministro de Justicia-, y era amigo personal del ex jefe del Ejército César Milani, a cargo de la inteligencia paralela.
La noche de la muerte de Nisman, Pociño registró llamadas con Milani y con Mena.
Durante el Gobierno de Mauricio Macri, un peritaje de Gendarmería concluyó en que Nisman había sido asesinado. El juez federal Julián Ercolini procesó a Lagomarsino como partícipe del homicidio por haberle dado el arma. Y los cuatro custodios de Nisman -Rubén Benítez, Néstor Durán, Luis Miño y Armando Niz- fueron procesados por encubrimiento y por incumplimiento de los deberes de funcionario público.